Porqué quiero que votes por mí

Nací en el extremo norte de nuestro país, en donde el desierto quema por el día y hiela por la noche. La dureza y la inclemencia del clima, la soledad y el silencio obligan a forjar el carácter, la paciencia y desarrollar la imaginación en un paisaje vacío, pero, finalmente, pleno de color, tonalidades, matices y hermosos cantos formados por el roce de tantos vientos.

Desde ese rincón profundo de nuestra tierra, los vientos me llevaron hasta esta hermosa comuna. La primera vez que visité Calera de Tango, hace 12 años, recuerdo que giré mi cuerpo para lograr una vista panorámica, respiré hondo con mi cara en contra de la brisa limpia y supe que era el lugar donde quería vivir para siempre. Y así lo hice.

Es cierto que no soy oriunda de Calera de Tango, que mi familia no hizo su historia en esta hermosa tierra, pero también es cierto que eso no niega mi amor por mi comuna, mis ganas y mi capacidad de trabajo y, por sobre todo, mi propósito de participar con mis conocimientos, mi profesión, mi identidad, mis valores y toda mi energía en la formación de un consejo municipal fuerte, que apoye férreo la oportunidad de desarrollo sustentable, y se oponga con firmeza cuando las cosas no estén bien encaminadas.

El consejo municipal debe apoyar al edil en su quehacer, siendo proactivo y propositivo, pero sin olvidar que es un representante de la gente y no de las autoridades. El consejo se debe a  aquellos ciudadanos que día a día son testimonio fidedigno de la realidad comunal, en toda su riqueza.

Nuestra gente, mis vecinos, mis amigos, mis hijos necesitan un consejo comprometido que vele por nuestro desarrollo en equilibrio.